Tres meses antes de
emprender el cruce de la Cordillera escribió San Martín esta carta al entonces
Director Supremo, Juan Martín de Pueyrredón.
“Un justo homenaje al virtuoso patriotismo de los habitantes de esta
Provincia, me lleva a interrumpir la bien ocupada atención de V. E.
presentándole en globo sus servicios.
“Dos años ha, que paralizado su comercio, ha decrecido en proporción su
industria y fondos, desde la ocupación de Chile por los peninsulares. Pero como
si la falta de recursos le diera más valentía y firmeza en apurarlos, ninguno han
omitido, saliendo a cada paso de la común esfera.
“Admira en efecto, que un país de mediana población, sin erario público,
sin comercio, ni grandes capitalistas, falto de maderas, pieles, lanas, ganados
en mucha parte y de otras infinitas primeras materias y artículos bien
importantes, haya podido elevar, de su mismo seno, un Ejército de 3.000
hombres, despojándose hasta de sus esclavos, únicos brazos para su agricultura,
ocurrir a sus pagas y subsistencia, y a la de más de mil emigrados: fomentar
los establecimientos de maestranza, laboratorios de salitre y pólvora,
armerías, parque, sala de armas, batán, cuarteles, campamento; erogar más de
tres mil caballos, siete mil mulas, innumerables cabezas de ganado vacuno; en
fin, para decirlo de una vez, dar cuantos auxilios son imaginables y que no han
venido de esa capital, para la creación, progreso y sostén del ejército de los
Andes. No haré mérito del continuado servicio de todas sus milicias en
destacamentos de Cordillera, guarniciones y otras muchas fatigas; tampoco de la
tarea infatigable, e indotada de sus artistas en los obrajes del Estado. En una
palabra, las fortunas particulares casi son del público: la mayor parte del
vecindario sólo piensa en prodigar sus bienes a la común conservación. La
América es libre, Señor Excmo.; sus feroces rivales temblarán, deslumbrados, al
destello de virtudes tan sólidas. Calcularán por ellas, fácilmente, el poder
unido de toda la Nación. Por lo que a mí respecta, conténtome con elevar a V.E.
sincopadas, aunque genuinamente, las que adornan al pueblo de Cuyo, seguro de
que el Supremo Gobierno del Estado hará de sus habitantes el digno aprecio que
de justicia se merecen;
“Dios guarde a V. E. ms.as. Cuartel general de Mendoza.- 31 de Octubre
de 1816.- JOSÉ DE SAN MARTÍN “.
(13) “El Paso de Los Andes” 1817-1967, Guillermo Furlong S. J. Librería
Huemul-Bs. As. Pellegrini Impresores,
Bs. As. Argentina. Pág. 53, 54,55.
No hay comentarios:
Publicar un comentario