jueves, 10 de julio de 2014

Investigaciones de la Reserva: Papa Silvestre


La Universidad Nacional de Cuyo y el CONICET investigan las papas… La Reserva Natural Villavicencio las custodia.

Nombre completo de la Investigación: "Distribución y variabilidad genética de poblaciones naturales de la especie silvestre de papa Solanum kurtzianum en la Reserva Natural Villavicencio"

El objetivo principal de la investigación es la conservación de la diversidad biológica, tomando como caso particular la especie Solanum kurtzianum.
Solanum kurtzianum es una de las especies silvestre de papa argentina mejor adaptada a regiones áridas. Esta especie crece naturalmente en las provincias de Catamarca, La Rioja, Mendoza y San Juan. En nuestra provincia se encuentra ampliamente distribuida en la Reserva Natural Villavicencio.
Sin embargo,  en la Reserva Natural Villavicencio no teníamos información sobre ella.



Importancia de la investigación
 

La investigación sobre esta especie ayuda a promover el Desarrollo Sustentable porque: Promueve la conservación del patrimonio natural “in situ”, es decir en el mismo lugar donde están creciendo.
Desarrolla conocimientos agronómicos que permitirán mejorar las papas comestibles, ya que en esta especie se ha documentado resistencia a patógenos y plagas.
Evalúa la distribución de esta especie en el tiempo y su capacidad de adaptación a nuevos desafíos como los que surgen del cambio climático y la desertización.



¿Qué es la papa? Algo de historia...
 
Las especies silvestres de papa (Solanum sección Petota) son parte del patrimonio natural y cultural de América, donde forman parte de las primeras evidencias arqueológicas de selección de plantas comestibles.
La domesticación e intensificación del cultivo de papa colaboró en el desarrollo de los grandes Imperios del Perú antiguo.
Actualmente, la papa es el  4° cultivo en importancia mundial, y tiene más de 200 especies silvestres creciendo a lo largo de la cordillera de los Andes en América.
  

 


Para que el ambiente natural funcione como un reservorio genético, debe transformarse en un laboratorio al aire libre, y para eso debe ser un espacio gestionado para su conservación, como es una Reserva Natural.

Una de las estrategias de conservación de la diversidad biológica relevantes en el caso de Argentina, podría ser la conservación in situ de estos recursos genéticos en la Reserva Natural Villavicencio.


Investigadores:
Carlos Federico Marfil
Dr. en Ciencias Biológicas

Trabaja en: Laboratorio de Biología Molecular, Instituto de Biología Agrícola de Mendoza, IBAM
CONICET-U.N.Cuyo.
cmarfil@fca.uncu.edu.ar

Colaboradores
Dr. Ricardo Masuelli,
Dr. Federico Berli
Ing. Agr. Nicolás Cara

Dra. Paula Cornejo

Srta. Verónica Ibáñez

Ing. Rec. Nat. Renov. Verónica Hidalgo










martes, 8 de julio de 2014

Jornada de Capacitación a Informadores Turísticos de Mendoza



La Reserva Natural Villavicencio, continúa con su programa de formación permanente por tercer año consecutivo, en esta oportunidad junto con el Ministerio de Turismo de la Provincia.



El Jueves 3 de julio, se realizó la Jornada de Capacitación a Informadores Turísticos de Mendoza en el Centro de Congresos y Exposiciones. Participaron el Lic. Mauricio Echegaray por el área de Promoción Turística y Relaciones Institucionales del Ministerio de Turismo de la provincia de Mendoza, Lic. Silvina Giudici Responsable y Lic. Virginia Ramirez del área de Uso Público de la Reserva Natural Villavicencio. Asistieron 50 personas de los informadores de toda la provincia a quienes se capacitó e informó sobre servicios, infraestructura y la propuesta para estas vacaciones de invierno.

lunes, 7 de julio de 2014


7 de Julio: Día de la Conservación del Suelo

El  suelo  es  un sistema dinámico y complejo cuya función es, no sólo la de servir como soporte mecánico para el crecimiento de las plantas, sino que también es el medio a través del cual éstas toman el agua y los nutrientes que necesitan para su desarrollo.
El  uso  irracional  del suelo genera una alteración de sus propiedades que puede hacer que pierda parcial o totalmente su capacidad de cumplir con su función.  
Este fenómeno de disminución o pérdida de calidad del suelo se denomina “degradación del suelo”.
La  erosión es el más grave de los procesos de degradación y se define como la pérdida de las capas más fértiles del suelo y, por ende, de gran parte de sus condiciones para producir. La misma puede ser producida por el agua (hídrica) o el viento (eólica). 

Por la acción de tales agentes climáticos, las  capas superficiales son arrancadas de su emplazamiento original y transportadas hasta  lugares a veces muy distantes. El suelo removido no podrá ser retornado, y tardará  muchos  años  en  volver a formarse. El
resultado  final  de  este proceso son tierras improductivas cuya condición es, en la gran parte de los casos, poco menos que irreversible.

Según  datos  del año 2010, de las 280.000.000 hectáreas que abarca la Argentina, 112.000.000 hectáreas (40%) están  afectadas en algún grado por procesos de degradación,  principalmente por erosión. Tierras de alto valor para la producción  agrícola,  se  encuentran  hoy dañadas por los efectos de este proceso.  Se  estima  que,  para  las  zonas  húmedas  de  nuestro país, la degradación  por  estas  causas se incrementó a razón de 250.000 has/año en los últimos 30 años. En lo que respecta a la zonas áridas o semiáridas, más de 21.000.000 hectáreas se hallan afectadas por erosión eólica, con incrementos de 60.000 hectáreas/año en ese mismo período.
El  suelo  es  el  principal  capital  con  que  cuenta  el productor y por extensión, la comunidad toda, especialmente aquellas que basan su economía en la producción agropecuaria. La responsabilidad de mantenerlo productivo no recae solamente sobre quienes estén directamente vinculados a su uso, sino también sobre aquellos otros miembros de la sociedad que de una u otra manera intervienen o  influyen  sobre  el  proceso  productivo  u obtiene beneficios a partir del mismo.
El problema de la erosión existe y no puede ser negado; las alternativas no son  muchas: o se deja que nuestros suelos vayan perdiendo gradualmente su capacidad de  producir, o se  decide  conservarlos para asegurar la subsistencia de las generaciones futuras. Por eso es de verdadera importancia crear la inquietud para que en forma conjunta productores, contratistas, profesionales, estudiantes, docentes, empresarios y toda la comunidad en general tome conciencia de los riesgos que implica la pérdida de un recurso natural de tan vital importancia como lo es el suelo.Más  Información: Dirección  de  Conservación  del  Suelo y Lucha contra la Desertificación de la República Argentina