domingo, 6 de enero de 2013
viernes, 4 de enero de 2013
Efemérides ambientales: Aluviones y Pedemonte
El 4 de enero de 1970 se produjo un aluvión en la ciudad de Mendoza por una fuerte precipitación de lluvia en zonas de pedemonte, en las primeras horas de la tarde.
La gran cantidad de agua provocó la rotura y el desborde del dique Frías. Hubo 25 muertes por este fenómeno, numerosos heridos e importantes pérdidas materiales.
“¿Qué es un aluvión? es un desastre natural, climático, formado por una gran masa de agua, barro, rocas sueltas y vegetación arrancada, producto de precipitaciones en altura; como si un río de barro arrasara la ciudad en tan solo un momento”
El pedemonte mendocino (pie del monte) se extiende desde la llanura ascendiendo hacia el oeste hasta aprox. 2000 msnm (Metros Sobre el Nivel del Mar). La Ciudad de Mendoza está aproximadamente a 750 msnm. Por ende, la pendiente desde el monte hacia la ciudad es bastante pronunciada y funciona en caso de intensas lluvias como una rampa.
Las condiciones ambientales a que está sometida la ciudad de Mendoza, hace que, por ejemplo, una gran precipitación en la precordillera ó en el piedemonte, derive en rápidos torrentes que buscan la huella originaria por donde discurrir, en forma atenuada ó vertiginosa, según haya sido la magnitud de la tormenta.
Mientras que, en el cono urbano, el fenómeno torrencial no se produce, o apenas se evidencia en forma de lluvia muy leve. Es decir, un panorama tranquilo y austero puede transformarse en un caos de agua y barro que súbitamente irrumpe sobre la ciudad. Es entonces, cuando vemos el trabajo esforzado que hace, a través de sus mecanismos, por deshacerse rápidamente de la inundación, para lo que necesita de numerosas acequias, perfectamente limpias y abiertas, sin techumbres que las cieguen.
El clima de Mendoza es cálido, propio de las zonas desérticas y tenemos lo que se llama Amplitud Térmica, diaria (día-noche) y estacional (invierno-verano), es decir gran diferencia entre las temperatura máximas y mínimas. Las precipitaciones son irregulares, concentradas en verano, intensas y escasas. El suelo es inmaduro por eso no tiene muchos nutrientes y las pendientes son muy pronunciadas.
El pedemonte es un ecosistema tremendamente frágil porque es muy árido, donde el agua disponible para el crecimiento de la vegetación es escasa y muchos animales silvestres ocupan este hábitat como refugio, zona de alimentación y cría; pero es un ambiente intensamente impactado por el uso de los vehículos todo terreno, ripieras, basurales y crecimiento urbano desordenado.
Si te interesa este tema, compartimos acá un apartado de un interesante trabajo que da referencias de otros hechos similares ocurridos en la provincia.
Síntesis aluvional de Mendoza*
Al estudiar la historia de la ciudad de Mendoza, advertimos la gran cantidad de víctimas y daños materiales provocados por los escurrimientos que bajan del área pedemontana. Para ilustrar este aspecto de nuestra realidad, como habitantes en riesgo permanente de una zona alterable, recurrimos a una síntesis de los eventos más importantes .
En 1716 una gran inundación destruyó gran parte de los edificios céntricos, entre los que se hallaba la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto.
En 1754 una inundación puso en peligro a los pobladores de la vieja ciudad fundada en 1561.
En el año 1895 se precipitó sobre la ciudad y los alrededores, una lluvia de características inusuales, provocando una verdadera catástrofe. El agua que descendía de la cerrillada del Oeste, arrastraba a su paso, puentes, troncos de árboles, numerosos puestos de la sierra, y posteriormente, ropas, muebles, animales muertos y enceres de las casas de los barrios pobres, situados al oeste de la ciudad. Este aluvión produjo 24 víctimas, doscientos heridos e infinidad de familias sumidas en la miseria, por haberlo perdido todo por su causa.
En el año 1900 se produce una crecida en el río Mendoza, que destruye parte del Dique Luján, hoy Cipolletti, y deja sin agua al canal Zanjón que proveía este elemento a la ciudad. Dos días después una fuerte lluvia caída en las serranías del oeste, provocó una avenida torrencial que inundó propiedades, viñas y casas.
En 1920, el 18 de Enero, una crecida del río Mendoza, destruye parte de las obras de defensa existentes en La Toma. El hecho se repite el 31 de Enero del mismo año, provocando nuevamente pánico en la población.
En el año 1934 se produjo en el río Mendoza una crecida, que provocó cuantiosos daños. La catástrofe se originó en Punta de Vacas, en la confluencia del río Tupungato con el río Mendoza. Un glaciar obstruyó el cauce del río, produciéndose una especie de dique de contención, que al ser arrasado por fuerza de las aguas produjo una crecida que se prolongó hasta la localidad de Palmira. Las aguas destruyeron la Usina de Cacheuta, el Hotel de esa localidad, casas, caminos, puentes, edificios y vías férreas que se hallaban a su paso. El número de víctimas sobrepasó las 20 personas y los daños se estimaron en más de 250.000 dólares.
En los años 1954, 1956 y 1957, se produjeron considerables crecidas en el río Mendoza que provocaron daños, especialmente en las zonas de Cacheuta y Potrerillos.
El 31 de diciembre de 1959 una intensa lluvia, caída en las cerrilladas del oeste y sobre la ciudad misma, provocaron inundaciones y daños en le centro de Mendoza. El comercio resultó muy perjudicado pero no se registraron víctimas. Las pérdidas económicas fueron superiores a los 220.000 dólares.
El 4 de Enero de 1968, se produjo otro evento de importancia en el departamento de Las Heras. Las pérdidas fueron calculadas en 435.000 dólares. El mismo día, otra avenida torrencial asoló el departamento de Tupungato que arrasa plantaciones y las pérdidas se estimaron en 2.150.000 dólares.
Otro acontecimiento digno de ser destacado en el aluvión que asoló el departamento de Las Heras, el 4 de Febrero de 1968. Una enorme masa de arena y barro se desplazó sobre ese departamento y quedó depositada en importantes arterias y propiedades aledañas.
La peor catástrofe soportada por la provincia ocurrió el 4 de Enero de 1970. Una fuerte tormenta se precipitó sobre la cuenca del Frías, que provocó la destrucción del dique homónimo, originando una avalancha de agua y lodo que inundaron las zonas de influencia del dique. El hecho provocó más de 24 víctimas fatales y los accidentados se estimaron entre 1500 y 2000 personas. Los daños materiales se calcularon en una suma superior a los 23.000.000 de dólares. A las referencias anteriores deben sumarse las pérdidas millonarias por inundaciones, en Chacras de Coria, Vistalba, Costa de Araujo y Perdriel. Además de las pérdidas de cosechas, que en algunos lugares fueron totales, debe tenerse en cuenta el lucro cesante, ya que muchas plantaciones no dieron frutos hasta dos años después. Referente a la redvial, solamente en reparación de caminos destruidos debieron invertirse más de 790.000 dólares.
* Link al artículo completo: http://www.monografias.com/trabajos5/fenalu/fenalu.shtml#ixzz2HEru8AFh
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