viernes, 31 de enero de 2014

31 de enero 1934 fallece el Arquitecto Carlos Thays.


Apodado “El jardinero francés” y “el Jardinero Mayor de Buenos Aires”, fue arquitecto, naturalista y paisajista, diseñador del Parque Gral. San Martín de la ciudad capital de Mendoza y de  otras bellezas como el Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba, el Jardín Botánico de Buenos Aires, los Bosques de Palermo y los parques Centenario, Rivadavia, Patricios y Lezama de Buenos Aires, las plazas de Constitución, Congreso y de Mayo, también en Buenos Aires, dejando su impronta también en Salta, Tucumán, Rosario, Paraná y Mar del Plata, entre otras ciudades argentinas, como así también en el vecino país de Uruguay. Con muestras de gran atino modificó el paisaje urbano de muchas ciudades argentinas, plantando miles de árboles en sitios públicos que aún siguen de pié recordándonos su majestuosa obra.

Carlos Thays Nació en París, Francia el 20 de agosto de en 1849. Llegó a nuestro país a fines del siglo XIX y se naturalizó argentino. Tenía amplios conocimientos de nuestra flora nacional lo llevaron a realizar los proyecto de forestación que aún perduran en nuestro país. También trabajó de manera particular diseñando jardines, invernaderos, estancias de la provincia de Bs. As.

En 1912 fue uno de los fundadores de la Asociación de Boy Scouts Argentinos, hoy Scouts de Argentina.

Pero quizás su proyecto de mayor magnitud de Tahys fue por los años 1902-1911, donde impulso el proceso de creación del Parque Nacional de Iguazú con el objetivo de conservar selvas vírgenes, cataratas, paisajes naturales de la selva misionera y el diseñar el centro urbano y acceso de los visitantes a los saltos de agua. La creación del Parque se consolida en 1934, y en 1984 Iguazú fue declarado por la UNESCO como Sitio de Patrimonio Mundial para la Humanidad.

“La vinculación del Arq. Thays con Villavicencio es fuerte, ya que los jardines del Hotel Termas de Villavicencio, ubicado dentro de la Reserva Natural homónima, fueron diseñados por su hijo, también arquitecto. El Hotel fue construido en el año 1940 y dejó de funcionar en el año 1978. Hoy está es proceso de restauración a cargo de su actual propietario, la empresa Danone, quien hace el desarrollo comercial del Agua Mineral Villavicencio y gestiona la conservación de las 70.000 Has. de su Reserva Natural”


jueves, 30 de enero de 2014

Las mascotas, mejor en casa

Ingresar mascotas a las Reservas Naturales es complejo, porque los zorros, primos de nuestros perros, están en época de crianza de sus cachorros, y se ponen un poco sensibles frente a la presencia de otros cánidos. Además de la época del año, hay otros motivos.
Sin duda es hermoso poder compartir una salida a la naturaleza, un viaje o las vacaciones con nuestra mascota, que muchas veces es un miembro más de la familia, otras veces es un compañero terapéutico y en el menor de los casos es un lazarillo.
Compartimos material informativo de los Parques Nacionales explicando un poco más en qué afecta la visita de una mascota a una Reserva o Parque Nacional

En Villavicencio no se permite el ingreso al Centro de Visitantes y Hotel con mascotas, en ese caso alguien deberá quedarse al cuidado del animalito o dejarlo a solo en el vehículo, aunque esta última no sería la mejor opción por las altas temperaturas y el estres que les provoca el encierro y el calor del auto.
Sólo se hará excepción en el caso de que sea un perro lazarillo, que en
Argentina no se ven muchos, lamentablemente.

jueves, 16 de enero de 2014

Efemérides Ambientales. 16 de enero



16 de Enero
Recordamos que en  el año 1992 Argentina prohibió el ingreso de residuos tóxicos y radioactivos, a través de la sanción de la Ley Nacional Nº 24 051.

“¿Qué son los Residuos Peligrosos? Son todos los materiales desechados, sólidos, pastosos, líquidos, así como los gaseosos contenidos en recipientes, que por sus características físicas, químicas  o biológicas, y que por su peligrosa manipulación, transporte y disposición final, puedan causar daño real o potencial, directa o indirectamente; causar enfermedades o lesiones a la salud de los seres humanos, animales, plantas y demás seres vivos (como por ejemplo los microorganismos descomponedores del suelo), poniendo en peligro su vida o salud; o puedan contaminar el agua, la atmósfera, el suelo o el ambiente en general, perjudicar las cadenas tróficas y/o los recursos naturales”

En los debates de la Convención Nacional Constituyente de Santa Fe (Argentina) en 1994, de dónde surgió la reforma de la actual Constitución Nacional de la República Argentina, los constituyentes discutieron y acordaron plasmar en la carta Magna, textual, clara y categóricamente, el tema de los residuos peligrosos.

Es así que podemos leer en el famoso Artículo Nº 41 de nuestra Constitución Nacional, en su 4to. y último párrafo:

“Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radiactivos.”

Esta determinación categórica que no admite ninguna excepción ya, que de hacerse alguna se estaría violando el claro texto constitucional. Con la introducción de este párrafo en el texto constitucional, se recepta positivamente la inquietud que estaba instalada en nuestra sociedad en aquellos años, ante el inminente riesgo de que nuestro país sea utilizado como reservorio de estas sustancias provenientes de países más desarrollados.